Se ha presentado el contenido de la 9ª edición de “Un millón de pasos por el patrimonio minero” que organiza nuestra asociación, dentro del programa establecido por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, y en coordinación con el Área de Gestión Sanitaria Norte de Jaén y la Concejalía de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Linares. En esta edición realizaremos tres rutas, dos de las cuales tendrán como tema principal Las Fundiciones y permitirán visitar un buen número de las que funcionaron en el término municipal de Linares. La tercera nos llevará hasta las instalaciones mineras y de producción de electricidad de Los Guindos, en el término de La Carolina.
Las inscripciones se realizarán en la Oficina de Turismo de El Pósito, C/ Iglesia nº 5 de Linares, con horario de apertura de miércoles a domingo de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:00, con teléfono 953 100183. Os esperamos.
El próximo sábado tendrá lugar la octava edición de la ruta nocturna "Minas de luna llena". A las 20:00 horas saldremos de la Fuente del Pisar, para dirigirnos hacia la mina de Arrayanes. En su pozo Acosta tendrá lugar una recreación histórica relacionada con sucesos del siglo XIX, que después será completada en el pozo Restauración con información sobre los mismos. Desde allí nos dirigiremos hacia el pozo San José donde podremos disfrutar en la explanada de la Central Eléctrica de un recital de cante flamenco, así como de proyecciones astronómicas. Volveremos a Linares entre las 00:30 y la 1:00. La organización corre a cargo del Área de Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Linares y nuestro Colectivo participa en esta ocasión desde la propuesta de itinerario y de las actividades a realizar, preparando la documentación necesaria y colaborando en la marcha junto a los Voluntarios por el Patrimonio Minero y Protección Civil. Os esperamos para disfrutar de una noche especial en nuestras minas.
18-05-2023
Participación en la Conferencia ICMUM 2023
Los próximos días 22 a 25 de mayo se va a celebrar en la Mina de Wieliczka y en Zabrze (Polonia) la segunda edición de la Conferencia Internacional de Museos Mineros y Museos Subterráneos, cuya organización ha invitado expresamente a participar y a presentar comunicaciones a nuestra asociación. Se trata de un encuentro al que acudirán un gran número de asociaciones y entidades museísticas relacionadas con el patrimonio minero de todo el mundo, así como instituciones internacionales de gran prestigio como ICOMOS, TICCIH, ICOM o ERIH. Además de compartir experiencias de buenas prácticas en la conservación, puesta en valor y difusión del patrimonio minero, es una gran oportunidad de mostrar la importancia de nuestro distrito y los proyectos para adecuar algunos restos para visitas subterráneas de singular valor y entidad. Pero también la ocasión inmejorable de retomar los contactos con la Red Europea de Patrimonio Industrial (ERIH) para integrar en ella a nuestro distrito.
Por todo ello nuestro Colectivo ha presentado la idea de participar en esta Conferencia tanto al Ayuntamiento de Linares como a la Diputación Provincial de Jaén, que han mostrado su interés y se han comprometido a darnos el apoyo necesario, además de delegar en nosotros el inicio de la negociación para la incorporación a la Red Europea de lugares turísticos de Patrimonio Industrial. Esto hace posible la presencia del distrito en este importante evento internacional presentando dos ponencias sobre la adaptación para visitas turísticas, culturales y deportivas del Gran Socavón de Desagüe que discurre por el campo filoniano y sobre la importancia de declarar antiguo distrito Linares – La Carolina como Parque Cultural, de cara a su promoción turística y su formalización como nuestro verdadero museo. Además, se ha elaborado un poster de 100 x 150 cm que quedará expuesto hasta el final del verano en las instalaciones del Museo de la Mina de Wieliczka, en el interior de dicha mina, donde lo podrán ver las cerca de 500.000 personas que visitan sus instalaciones en esta época del año.
El próximo domingo 26 de marzo realizaremos la ruta “El patrimonio como identidad local”, dentro de la 8ª edición del programa “Un millón de pasos por el patrimonio minero”. El punto de encuentro será la plazoleta frente a Villa Paz en El Centenillo y la marcha, que se iniciará a las 9:30, tendrá una longitud de algo más de 5 kilómetros. El Ayuntamiento de Linares ha dispuesto dos autobuses, que saldrán de Santa Margarita a las 8:30. Todos los inscritos hasta la fecha que han solicitado plaza en dichos autobuses están admitidos, pero solo quedan unas pocas plazas que serán asignadas por orden de inscripción. Quienes queden fuera, pasarán a una lista de espera y también podrán viajar por sus propios medios. La inscripción a la actividad se cerrará definitivamente a las 20:00 horas del próximo jueves 23 de marzo, y todavía se puede realizar en el siguiente enlace: https://forms.gle/GqTXXmUtstUu7jzb7
La intensa explotación de las minas de El Centenillo por los romanos requirió ya la existencia de un poblado que, en el caso de El Cerro de la Chimenea, luego llamado Cerro del Plomo, fue también fortaleza y emplazamiento del proceso de transformación metalúrgica, y que se considera como precedente del poblado actual.
Ya en época industrial, durante la década de los 60 del siglo XIX, los filones de la zona de El Centenillo fueron investigados por empresarios británicos, entre los que destacan Juan Carlos English y la familia Haselden, que denunciaron varias concesiones en la zona y formalizaron la explotación minera en distintos de esos filones.
En las exploraciones que realizaron en la zona de la Huerta El Centenillo, se encontraron socavones antiguos de acceso a los filones Mirador y Pelaguindas. En 1867 ya se trabajaba en el pozo El Águila y en 1872 se denuncia la concesión de La Perdiz. Las compañías fueron estableciendo poco a poco el paraje cercano al Arroyo La Oliva, como asentamiento, en lo que fueron los antecedentes del poblado. La Centenillo Silver Lead Mines Ltd., establecida en 1898, formalizó la constitución del poblado minero y siguiendo una cuidada planificación, fue adaptando su crecimiento a las necesidades de expansión de la compañía.
Hoy conservamos la traza urbanística que muestra una organización jerárquica, que ordenaba las relaciones sociales establecidas y reguladas por la empresa, a la vez que se iba constituyendo un nuevo paisaje que evidencia la relación humana con el medio, pero que también deja ver la tensión que ejerce la naturaleza para recuperar lo que es “suyo”, y que se ha mantenido a lo largo del tiempo. Para satisfacer las necesidades de la nueva población y de la actividad minera se modificaron profundamente tanto el estado general del medio, como los propios perfiles topográficos del territorio y se acaba constituyendo lo que hoy es tan singular y característico.
05-02-2023
Salvar Pozo Ancho
El próximo 18 de febrero se llevará a cabo la segunda ruta de la 8ª edición del programa “Un millón de pasos”, que con el nombre de “Salvar Pozo Ancho” nos llevará hasta esa mina y otros emplazamientos relacionados con la actividad minera de nuestra comarca. Las inscripciones se pueden hacer en el formulario online del siguiente enlace: https://forms.gle/uUMXqVrU5ZVNbjnBA
Los restos de las casas de máquinas de tipología Cornish de los pozos Santo Tomás y San Juan, de la antigua y célebre mina de Pozo Ancho, llevan 174 años saludando a quienes llegan a Linares a través de la carretera A-303. Son un imponente vestigio de la extensa actividad minera que dio fama al distrito plomífero de Linares-La Carolina. Muy cerca de ellas, y algo más alejados de la carretera, los restos del complejo alrededor del pozo San Francisco, de la misma mina de Pozo Ancho, también se dejan ver rodeados de hileras de olivas.
La solidez de su construcción permitió que fueran útiles durante el periodo de más de un siglo en que la mina tuvo actividad. Pero cuando ésta cesó, hace más de sesenta años, las edificaciones sufrieron el lógico deterioro por el paso del tiempo y el abandono. Durante ese periodo también han sido objeto de diversos ataques a su integridad. Desde los más simples e inexplicables expolios de piedras de sus muros y arcos o vigas de sus dinteles, hasta otros más sistemáticos y perjudiciales, como la pérdida de cubiertas o la falta de precauciones en la retirada de las inmensas escombreras, hacen que hoy se encuentren en riesgo de colapso.
Nos habíamos acostumbrado a ver las casas de máquinas cada vez en peor estado y con su estabilidad y supervivencia cada vez más comprometidas. Admitimos el lento deterioro sin recapacitar acerca del riesgo que sobre ellas se cernía. Pero desde hace unos años algunas señales nos empujan a tomar conciencia del peligro que afecta a éstos restos inscritos como Catalogación Genérica Colectiva en la lista del Patrimonio Histórico de Andalucía.
El listado de indicios que advierten del lamentable estado de conservación de los edificios, incluyendo las tres casas de máquinas, puede ser muy extenso pero, a falta de un estudio técnico estructural de los mismos, se puede resumir como sigue:
1. Muchos de los dinteles de ventanas y/o puertas de las casas de máquinas se encuentran en riesgo derrumbe por haber desaparecido las vigas de madera que los soportaban, o encontrarse rotas. En algún caso han llegado a desplomarse parte de éstos dinteles.
2. Falta de mampostería en algunas partes de los muros, especialmente en el interior de la casa de Santo Tomás, llegando a comprometer seriamente la estabilidad de los edificios.
3. Muros agrietados, especialmente en las zonas sobre los dinteles y a partir de ciertas roturas de los huecos de las casas de máquinas.
4. Desmoronamiento de las piedras de las coronaciones de los muros, como consecuencia de la falta de cubierta de las casas desde hace bastante tiempo.
5. Falta o precariedad de los morteros de las juntas de la mampostería en algunas zonas de los muros.
Esperamos que esta actividad, que nos proporcionará unos momentos para disfrutar de nuestro excepcional patrimonio, sea también una oportunidad para darle voz a unas construcciones que soportan en silencio un inmerecido deterioro y pedir en su nombre soluciones a su penoso estado.
23-01-2022
Guías de los senderos de pequeño recorrido disponibles en nuestra web
Las guías de los senderos de pequeño recorrido PR-A 261, PR-A 262 y PR-A 264, elaboradas por nuestro Colectivo, fueron publicadas entre octubre de 2013 y abril de 2014 y ahora pueden descargarse en formato pdf desde la sección de Descargas de nuestra página web, como ya se podía hacer con la del sendero PR-A 260 o con la Guía para visitar con seguridad el patrimonio minero. También están disponibles los ficheros de geolocalización de los recorridos de cada sendero en formato kmz, que puede abrirse con el programa Google Earth o con aplicaciones de visionado de mapas y rutas. Esperamos que sean de utilidad para visitar nuestro patrimonio.
La minería del antiguo distrito Linares – La Carolina puede ser una fecunda fuente de inspiración para el estudio de diversos aspectos sociales y culturales, que a la vez que curiosos, pueden resultar esclarecedores de cómo se afrontaba la actividad minera.
Concretamente nos vamos a referir a los nombres de las minas para realizar un acercamiento a lo que fueron las concesiones mineras y a los criterios para decidirlos. Los miles de registros mineros se correspondieron con miles de nombres de minas, algunos de ellos fueron nombres propios, otros de santos o santas, de personajes, de animales, geográficos… Algunos de éstos nos resultan curiosos, raros o enigmáticos.
Tratando de comprender por qué los propietarios de las minas las nombraron así podemos imaginar qué podían pensar: qué pesaroso corazón podía llamar a una mina El Porvenir Oscuro, qué dudas albergaría el que la llamara ¿Será Ésta?, qué rebeldía llamar a la mina Stalin en 1937, qué celoso y defensor de sus límites para llamarla ¡Ojo Vecino! y qué enigmático con El Último Viaje. Todo un Disloque...
El artículo completo se puede encontrar en el siguiente enlace:
Tras el fin de la guerra se produjo una fuerte crisis en el mercado mundial del plomo porque las naciones hicieron grandes reservas mientras duró la contienda, y durante bastante tiempo después el precio del plomo se mantuvo muy bajo. Aunque el número de minas en activo en el distrito solo descendió ligeramente, la producción y el número de obreros empleados se redujo prácticamente a la mitad entre los años del conflicto bélico y el año 1921.
Mientras la alta sociedad vivía los “felices años 20” la situación de los mineros y gran parte de la sociedad del distrito, una vez más, se volvía crítica. La tradicional inestabilidad política nacional (asesinato de Eduardo Dato en atentado de marzo de 1921, guerra de Marruecos, anarquismo…) no ayudaba en absoluto a solucionar el problema de desempleo que se generó en la minería local. Entre julio de 1914 y enero de 1919 casi se habían duplicado los precios de los alimentos básicos: pan, leche, alubias, tocino, bacalao, etc. Durante la guerra subieron de forma generalizada los precios y los patronos pudieron atender las reclamaciones salariales obreras por los aumentos por los aumentos de producción y los altos precios del plomo, pero tras la guerra la situación era distinta. Se produjo un gran retraimiento de los negocios, se incrementó el coste de la mano de obra, se fue implantando la reducción de la jornada laboral y se originaron graves conflictos sociales. La prensa destacaba las huelgas de 300 obreros de La Cruz en noviembre de 1920; la de “brazos caídos” de 800 empleados de Arrayanes en enero de 1921 y otra en La Tortilla en abril.
Desde el Ayuntamiento se pedía al gobierno la realización de caminos vecinales y de obras públicas, así como aumento de los trabajos en Arrayanes para paliar la situación de paro. Además se formó una comisión para presionar al gobierno en Madrid, y planteaba la dimisión al completo de la corporación municipal si no se atendían sus peticiones. Además el alcalde Gregorio Garzón, recurrió al recién elegido diputado por el distrito, José María Yanguas Messia, para que intercediera frente a los ministros de Hacienda y Fomento.
A duras penas, entre la carestía, el desempleo, los accidentes y también algunas buenas noticias comenzaba el año 1921 para los que aún mantenían su trabajo...
El patrimonio industrial perdido (3): Harinera Marín Palomares
Las ciudades son el texto en el que podemos leer la historia de su propia construcción a lo largo del tiempo. Su identidad no se basa en exclusiva en su aspecto, su forma o su estructura, sino que está muy determinada por su evolución, la forma en que sus moradores la han ido cambiando, y cómo ésta puede ser apreciada en cada momento. Algunas veces se piensa que son los monumentos los únicos núcleos alrededor de los cuales se ha articulado el hecho urbano. Pero también los elementos primarios, ligados a las actividades de una sociedad cambiante, han determinado con su localización la estructura urbana de la ciudad.
Es evidente que en Linares la ubicación de uno de esos elementos primarios, las instalaciones industriales, ha determinado el crecimiento y el cambio de la ciudad, y la forma en que éste se ha llevado a cabo. Un ejemplo de esta importancia ha sido otra industria harinera, la de Marín Palomares. Nació en 1949 como un proyecto para ampliar y modernizar la Harinera La Victoria, el cual tomó el nombre de su promotor y desde entonces propietario de la nueva industria. La ciudad industrial dio tanta importancia a un proyecto como este que permitió su crecimiento permanente a lo largo de los años en un emplazamiento tan singular como la propia plaza del Ayuntamiento compartiendo su situación con dos monumentos sobresalientes: la propia Casa Consistorial y la Casa de la Munición.
Fue ampliando sus instalaciones y creciendo en altura y volumen edificado durante los años 60 y 70 del pasado siglo, de una forma paralela al incremento de su importancia productiva que la llevó a ser la principal empresa harinera de España en 1976. Más tarde, preservó su permanencia en el nuevo eje que articulaba el desarrollo urbanístico de la zona oeste de la ciudad: la Avenida de Andalucía. Para adecuar sus instalaciones a las necesidades de producción, y dado que no había terreno libre alrededor para su crecimiento, la empresa adquirió lo que había sido la Fundición de La Tortilla y, entre otras transformaciones, adaptó su emblemática torre de perdigones para convertirla en silo de almacenamiento del grano.
En 1998, cuando la cuarta harinera nacional en importancia del volumen de ventas, fue demolida para que su terreno, de situación y valor privilegiados, fuera ocupado por un centro comercial y un conjunto de viviendas, confirmando el cambio de identidad emprendido en la ciudad. En este caso tampoco quedó rastro de su emplazamiento. Lo único que quedó a salvo de su condena al olvido fueron las patentes modificaciones realizadas por la empresa en La Tortilla, algunas de las cuales ya han sido pasto del expolio. Cabe preguntarse qué sucederá con el edificio que alberga ese centro
comercial cuando el destino depare otro cambio de rumbo y la actividad comercial deje paso a otras necesidades de la población. Es una incógnita que queda para el futuro del desarrollo urbano.
Adjuntamos un enlace a algunas fotografías de la demolición de la Harinera Marín Palomares, en las que se aprecia que no fue tarea fácil que para llevarla a cabo hubo que emplear maquinaria muy especializada.
