En 1879 la empresa ferroviaria MZA inauguró un ramal de ferrocarril que unía la Estación de Madrid con diversas minas y fundiciones, hasta llegar a Los Salidos. La línea tiene una longitud aproximada de 9 kilómetros y tenía como principal finalidad el transporte de mineral y mercancías entre las minas y las fundiciones o líneas férreas principales, que lo llevaban a su destino final.

Además de la estación principal, tenía estaciones y apeaderos en Restauración, Pozo Ancho y Los Salidos, un ramal de acceso a la fundición de San Luis y otro a la fundición de La Cruz.

El ferrocarril supuso un gran avance para el traslado de materiales y personas. El tranvía y los nuevos medios de transporte facilitaron el desplazamiento de los mineros a las explotaciones.

El ferrocarril se convirtió en la gran esperanza para el impulso definitivo de la zona y para su desarrollo económico. En 1910 se inauguró el ferrocarril de vía estrecha que unía las ciudades de Linares y La Carolina y permitía dar salida a los minerales, así como recibir los recursos necesarios. El proyecto para una línea a Puertollano, no llegó a terminarse.